Después de 12 meses de diligencias, trámites, papeleos y otras actividades necesarias para poner mi estado en orden, se daba inicio a la que será una de las mayores experiencias de mi vida, la realización de un MBA en la capital de España. Primera vez que salía de mi país por tanto tiempo. Renuncié a mi trabajo. Vendí mis propiedades. Pero me vine con la convicción de que es el paso correcto, tanto personal como profesionalmente y día a día veo que no estuve equivocado.
Mi nombre es Gerardo Lara y soy oriundo de Caracas, Venezuela, donde he pasado la mayor parte de mi vida. Y aunque estudié ingeniería mecánica, terminé en el mundo de las ventas de la mano de uno de los grandes como lo es Colgate-Palmolive. Luego de tres años de experiencia decidí que era momento de dar el siguiente paso, un MBA.
La búsqueda llevó su tiempo. Rankings, idiomas, ubicación, red de contactos, instalaciones, costo, entre otras. Hasta de alguna manera influyó la presencia de amigos en áreas cercanas. Un colega de Colgate y futuro estudiante del IMBA me comentó acerca del IE y de que se iba a inscribir en un futuro. Mi única objeción fue el idioma, ya que no lo quería cursar en español. Pero para mi alegría, el programa era ofrecido también en inglés. Luego de un evento organizado por la oficina del IE en Caracas, salí convencido que era la opción para mí.
Llegué a Barajas el tres de noviembre de 2012 y desde entonces no he dejado de disfrutar la experiencia. En primer lugar hablaría de Madrid. La capital española tiene un sin fin de actividades que ofrecer para todos los gustos: arte, vida nocturna, shopping, deportes. Aunque los primeros días estuvieron cargados de diligencias como la búsqueda del piso, contratación de servicios y otros, siempre saqué un poco de tiempo para disfrutar de la ciudad. Como buen fanático del fútbol, mi primer objetivo era asistir a los juegos. Pude ver la semifinal de la copa del Rey, donde el Real Madrid empató con el Barcelona. También asistí al juego de la Champions League entre el Real Madrid y el Manchester United. Ambas experiencias las recordaré para siempre. Y seguramente asistiré a unos cuantos más.
Y llegó el 19 de noviembre, fecha esperada desde hace varios meses, donde se daría formalmente inicio al programa para el ingreso de noviembre. Aunque ya había podido conocer a algunos compañeros en algunas salidas anteriores, fue en este día cuando pude apreciar uno de los grades valores que tiene el IE: su diversidad. 68 nacionalidades estaban reunidas bajo el mismo techo. Diferentes idiomas, diferentes culturas, diferentes backgrounds. Las diferencias eran mas que obvias. Aún así la nota del día fue la unión y la cordialidad. No había rincón del recinto donde no estuviese algún estudiante hablando con otro, preguntando por sus vivencias, por sus orígenes y a su vez comentando las propias. Ha sido una de las experiencias más enriquecedoras por las que haya pasado en mi vida.
Los dejo con algunas de las fotos del día de la ceremonia, así como un enlace para que vean el campus donde fue realizado.
IE Campus Segovia