El pasado 20 de mayo el IE organizó la conferencia “Arte y Diplomacia: Cómo los estados modernos han utilizado las artes visuales como herramienta de marketing” que impartió el historiador Leoncio González de Gregorio Álvarez de Toledo. La conferencia estuvo compuesta por algunos contenidos del  curso que el ponente ha impartido en diferentes ocasiones a los alumnos de postgrado de la Escuela Diplomática. El evento fue presentado por la Decana de Humanidades, Arantza de Areilza.

Lo primero que hizo el ponente fue resaltar que se iba  a centrar “en los aspectos históricos del arte,  más que los estéticos”. Tras esta aclaración, procedió a dar ejemplos actuales del uso de las artes visuales por parte de los Estados para proyectar la imagen deseada y así crear una impresión concreta en la población. Como él mostró, los Estados recurren a la arquitectura en detrimento de la pintura, utilizando como ejemplo de la llamada “arquitectura sensacionalista” el reciente auge de Bakú (Azerbaiyán).  También trató en detalle la teoría relativa a cómo el arte favorece la formación de un Estado, haciendo referencia a Edmund Burke y su obra “Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y de lo bello”, cuya lectura recomendó a todos los presentes.

Tras finalizar la introducción teórica, el ponente contextualizo históricamente el tema de la conferencia, dando numerosos ejemplos, algunos realmente sorprendentes. Explicó en primer lugar como, en el siglo XV, la corte española comenzó a utilizar el arte como arma diplomática y como en los posteriores XVI y XVII lo reafirmó. Esto se vio favorecido por numerosos factores entre los que destacó que España fue de los primeros Estados europeos en abrazar el absolutismo y que fue durante el siglo XV cuando se profesionaliza la diplomacia. Destacó asimismo la anécdota del férreo control que mostraba Felipe II de sus apariciones públicas, cuidándose mucho de generar el mayor impacto.

Tras la contextualización histórica pasó al tema que iba a dominar la ponencia: el Lenguaje. El lenguaje es la clave de la comunicación artística y diplomática, y, por ello “el transmisor adecúa el mensaje al lenguaje del receptor”.  Para resaltar la importancia de este punto el profesor Gonzalez de Gregorio utilizó como ejemplo a Fernando “el Católico” quien variaba la forma del lenguaje según quién fuese su interlocutor, en Aragón utilizaba el estilo gótico mientras que en sus dominios italianos el renacentista. Después el ponente realizó un recorrido por diversas obras del arte español explicando sus connotaciones históricas y el mensaje que había detrás. Entre ellos destacó dos paisajes de Lisboa con los que Felipe II delimitaba el espacio geográfico de sus dominios, un cuadro de Felipe V con el Escorial de fondo con el que el primer monarca Borbón se representaba como heredero de la gloria pasada y el Guernica de Pablo Picasso con el que la República Española pretendía sensibilizar a las naciones de los horrores de la guerra, teniendo como objetivo final la implicación de las naciones del Pacto de No Intervención.

Una vez concluida la ponencia se abrió el habitual turno de preguntas donde la comunidad del IE inquirió al ponente sobre los esfuerzos diplomáticos detrás de la devolución del Guernica, el coleccionismo y el lenguaje utilizado por el papado durante el renacimiento.